SE MUDA CON SU NOVIO PARA ABRIR UNA NUEVA TIENDA EN UN PUEBLO DE VALLADOLID: “EN UN AñO, MI VIDA HA DADO UN GIRO DE 360 GRADOS”

Se muda con su novio para abrir una nueva tienda en un pueblo de Valladolid: “En un año, mi vida ha dado un giro de 360 grados”

Tras pasar por varios trabajos, Jessica se lanzó a emprender y está feliz en la actualidad

20 de abril 07:00 20 de abril 07:00 Alvar Salvador

Ataquines

Hay veces que la felicidad está solo a un paso. A una decisión. Eso es lo que le ha pasado a Jessica García Hernández, una joven vallisoletana a la que no le llenaba lo que hacía, ni hablando de estudios, ni de trabajo, y decidió dar el salto para, primero, mudarse a un pequeño pueblo vallisoletano y, segundo, abrir su propia tienda de ropa.

De lo primero tiene mucha culpa su pareja, que es de Ataquines, el pueblo en el que nuestra joven intrépida vive desde hace medio año. De lo segundo, ella. Porque no es fácil tomar estas decisiones que den un vuelco de 360º a la vida y también emprender en los tiempos que corren, menos en el medio rural, menos aún en un municipio de apenas 500 habitantes.

Pero la pucelana lo ha hecho. Ha montado su tienda de ropa. Era su sueño y ahí está, cumpliéndolo. La vida es para soñar y para cumplir sueños, dicen. Pues a ello va Jessica.

Amante del pueblo de sus abuelos desde pequeña

“Me defino como una mujer a la que, muchas veces, la vida ha puesto en grandes dificultades tanto laboral, como personalmente. Sin embargo, nunca me he rendido y siempre he acabado tirando para delante. Me defino como una persona luchadora y a la que le gusta arriesgar”, asegura, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León, la joven vallisoletana.

Jessica García Hernández nació un 24 de noviembre de hace 26 años en Medina del Campo, municipio vallisoletano en el que, por aquel entonces, vivían sus padres y, también, su hermano mayor. Sin embargo, ella quería formar su proyecto de vida en Velascálvaro, un pequeño núcleo de 163 habitantes en el que vivían sus abuelos y tíos. Ella se quería quedar allí.

“Me acuerdo de que, al principio, mis padres por trabajo y mi hermano, por el colegio, se quedaban en Medina del Campo, pero yo lo hacía con mis abuelos y mi tío. Pasar las tardes jugando con mis primas era lo mejor que me podía pasar. Siempre hemos sido una familia muy unida y, al final, el pueblo te une más”, explica la joven.

Jessica comenzó a estudiar Estética en Valladolid, pero ella tenía claro que eso no iba a ser lo suyo. “No me terminaba de gustar”, nos confiesa. Después trabajó como auxiliar administrativo gestionando cursos y matrículas y ahí fue cuando le llegó el interés y el gusto por emprender.

Un deseo hecho realidad

El nuevo negocio, que lleva el nombre de Abril Shop, nace de la ilusión y de la pasión que le pongo a todo aquello que me propongo. Desde hace un par de años ya comentaba a mis amigas que mi ilusión era abrir mi propio negocio. Tiempo después, he hecho realidad mi sueño gracias a mi pareja, Arturo”, nos cuenta nuestra entrevistada.

Jessica solo tiene palabras de agradecimiento para su pareja. “Apareció hace poco en mi vida, pero me ha demostrado lo mucho que me quiere en este corto periodo de tiempo. Gracias a él, Abril Shop es posible”, nos explica.

Una tienda que vende ropa de mujer y que abrió sus puertas hace apenas dos meses en otra localidad de la provincia pucelana como es Ataquines, de 554 habitantes. Cuenta con un almacén, con espacio para atender al cliente y, también, con un almacén. Además, vende online.

“Decido venirme a Ataquines con mi pareja, porque él des de aquí. La tienda se ubica en el centro del pueblo y contamos con un espacio de 100 metros cuadrados. Ahora mismo solo estoy yo como empleada, pero, en el futuro, puedo pensarme lo de afrontar nuevas contrataciones”, apunta.

Al fin y al cabo, ahora Jessica lo tiene todo en el municipio pucelano: su casa, a su pareja, y también su negocio.

Un giro de 360 grados a su vida

“En menos de un año mi vida ha dado un giro de 360 grados. Hace poco tiempo no me hubiera imaginado estar viviendo en Ataquines. Sin embargo, como mi pareja y yo queríamos vivir juntos, y él es del pueblo, decidí mudarme con él y abrir Abril Shop”, apunta la vallisoletana.

Al principio fue duro, pero poco a poco Jessica va dotándose de esas habilidades de emprendedora que harán que su negocio siga creciendo. Todo, con la ayuda de los que más la quieren, como no podía ser de otra forma, que desean que le vaya todo bien y que la tienda de ropa sea un referente en el lugar durante mucho tiempo.

“Hay algunos vecinos del pueblo que ya han comprado productos en la tienda y que están muy contentos. Este sábado, 20 de abril, tenemos un market conjunto con otras compañeras de diferentes sectores para que todos los vecinos puedan ver lo que vendemos”, nos explica.

Después de medio año viviendo en Ataquines y de abrir su sueño el 8 de febrero, Jessica es una mujer feliz, no podía ser para menos, y afronta con optimismo lo que está por venir.

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