QUIéN FUE CLARA BOW, LA úLTIMA MUSA DE TAYLOR SWIFT
Alexa Chung, Chloë Sevigny y Bella Hadid son algunas de las it girls que conocemos y seguimos religiosamente como nuestras diosas de la moda: lo que ellas llevan al día siguiente se convierte en tendencia. Por ejemplo, Bella Hadid revivió las botas Ugg después de que las habíamos dado por muertas. Sin embargo, a medida que más chicas se suman a esta exclusiva lista de prescriptoras de moda, como Iris Law y Hailey Bieber, es importante recordar a la primera: Clara Bow.
Si el nombre de Clara Bow está resonando por todas partes últimamente, la responsable es Taylor Swift, quien acaba de lanzar su álbum The tortured poets department. El disco, el cual hemos estado escuchando en repetición desde su lanzamiento el 19 de abril, incluye una canción titulada Clara Bow, el nombre de la actriz que alcanzó la fama en la era del cine mudo de la década de 1920. En la canción, Taylor compara la historia de la actriz y los peligros a los que tuvo que hacer frente con la actual situación de las mujeres que trabajan y viven bajo los focos. Poco ha cambiado desde entonces.
La vida de Clara Bow pudo haber sido un cuento de hadas, pero lamentablemente no tiene un final feliz. Nació hace 119 años, el 29 de julio de 1905 y creció en Brooklyn, Nueva York, en extrema pobreza, con una madre que sufría de esquizofrenia y un padre alcohólico y violento. En las entrevistas que concedió, Clara nunca ocultó su desgarradora infancia: “Nadie me quería. Siempre estaba sola y asustada. Nunca tuve una muñeca en mi vida. Nunca tuve ropa, y muchas veces no tuve nada para comer. Simplemente sobrevivíamos, y eso es todo”. En aquel entonces, Brooklyn no era el edén urbano y hipster que conocemos hoy en día, con sus cafeterías y galerías de arte, como vemos en Gossip Girl. Para Clara, era un lugar del que quería escapar.
Con el sueño de convertirse en actriz y sin nada que perder, participó en un concurso de talentos que ganó. Según The Guardian, aunque Clara no obtuvo un contrato, perseveró en la industria, enfrentando múltiples rechazos por ser considerada demasiado joven, pequeña o gorda. Finalmente, dejó atrás Brooklyn y se abrió paso en Hollywood, donde firmó un contrato con Paramount. Sin ayuda de nadie, Clara consiguió su sueño.
Clara alcanzó la cima de la fama y popularidad durante los locos años veinte, participando en un total de 57 películas, de las cuales 46 eran mudas. El hecho de no tener diálogos en la mayoría de estas películas no fue un obstáculo para Clara, ya que tenía carisma y sex appeal de sobra. Era capaz de transmitir humor y sensualidad sin necesidad de palabras, utilizando únicamente sus expresivos ojos oscuros y sus cautivadores gestos. Clara, de hecho, sirvió como una de las inspiraciones para la creación del personaje de caricatura Betty Boop.
Si buscas “flapper” en Google, es muy probablemente te encuentres con una foto de Clara, ya que ella personificaba a la perfección este estilo icónico de la época. Además de lucir un corte de pelo bob, un vestido corto y un cigarrillo en la boca, fue pionera en pintarse los labios en forma de corazón, una técnica que miles de chicas imitaron en su momento y que hoy en día sigue siendo distintiva de las flappers. Cada Halloween, las que aspiran a ser flappers al menos por una noche no se olvidan de pintarse los labios en forma de corazón. Técnicamente, Clara fue una de las primeras influencers de la historia, con todas las mujeres deseando ser como ella y todos los hombres anhelando tenerla.
Clara parecía estar en la cima del mundo cuando llegó It (1927), una película romántica basada en una novela de Elinor Glyn. En ella, interpretaba a una empleada de una tienda que anhelaba una relación con su atractivo jefe. Fue la misma autora del libro la que le dio el significado al término it girl, y Clara fue la encargada de personificarlo. It representa ese magnetismo irresistible que ejercen ciertas personas y que va más allá de lo físico, reflejando el modo de ser de una persona. Y así fue como Clara agregó otro título a su lista: sex symbol, flapper, It girl.
Al igual que Taylor Swift, la vida amorosa de Clara Bow estuvo llena de rumores, algunos ciertos y otros no. Entre los nombres destacados de sus amantes se encuentran Gary Cooper, John Gilbert, Victor Fleming y William Earl Pearson. Su relación con este último la llevó a los tribunales debido a una demanda por adulterio de parte de la esposa de Pearson. Poco después, su secretaria y amiga Daisy DeVoe también la demandó. Los medios publicaron numerosas historias escandalosas sobre ella, difamando su nombre y reputación, particularmente en lo que respecta a su vida sexual.
A medida que la era de las flappers llegaba a su fin y el cine mudo comenzaba a hablar, Clara sufrió un colapso nervioso, Paramount canceló su contrato con ella y ella tomó la decisión de retirarse a la temprana edad de 28 años. Después de esta tormenta en su vida, Bow pensó que vería salir el sol nuevamente. Poco después, lejos de los focos, se casó con el actor Rex Bell, conocido por sus papeles en películas de cowboys, a lo Clint Eastwood, y tuvo dos hijos con él. Sin embargo, la tormenta no desapareció, sino que se intensificó cuando le diagnosticaron esquizofrenia, la misma enfermedad que tenía su madre. Pasó gran parte de sus últimos años ingresada en instituciones mentales, sometiéndose a tratamientos de electroshock, un hecho al que Taylor Swift alude en el video de su canción Fortnight. Su esposo Rex falleció en 1962 y Clara Bow le siguió tres años después, a la edad de 60 años.
Ella y sus películas se olvidaron durante un tiempo, hasta que en los años 60 resurgió su fama. Y ahora, con Taylor Swift recordando la importancia de su legado, la it girl Clara Bow sigue presente en nuestras mentes. Como escribió el New York Times en su obituario de 1965: “Más que cualquier otra mujer artista de su tiempo, Clara Bow personificó los mejores aspectos de la era de los locos años veinte.”
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